Cambio de normas sociales:
Los esfuerzos para cambiar la percepción de la corrupción como algo "común" pueden reducir la aceptación social de estos comportamientos. Campañas educativas y mediáticas que subrayen la importancia de la ética y muestren ejemplos de integridad son cruciales.
Intervenciones comunitarias:
La psicología comunitaria puede ayudar a movilizar a los ciudadanos para combatir la corrupción, promoviendo la vigilancia cívica, la participación en la toma de decisiones y el apoyo mutuo entre los miembros de la comunidad.
Teoría de la acción colectiva:
Desarrollar la confianza en que la acción conjunta puede detener la corrupción es fundamental. Crear la percepción de que unirse a otros para exigir transparencia y denunciar actos corruptos es efectivo puede motivar el comportamiento proactivo.
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